
Que sentido tendría la vida
sino se corre riegos
al borde del precipicio
se valora la existencia.
Irónico que algo tan pequeño y sin vida
puso de rodillas a toda una humanidad
más el virus no es consciente de sus propios actos
porque solo quiere existir.
Mas una muerte anunciada es la inmovilidad
va contra la naturaleza del ser humano
el aislamiento social nos quita nuestra esencia,
donde quedaron los susurros, los besos y los abrazos…?
Quedan en un nudo en la garganta…!
PaniVinux.